Inmersos como estamos en la Semana santa, nos acercamos a la festividad de Pascua. Celebración religiosa más importante tanto del cristianismo como del judaísmo.
El Domingo de Pascua tiene fecha variable, ya que no depende del calendario gregoriano (exclusivamente solar), sino del antiguo calendario solar/lunar. Por convención, este domingo es siempre el siguiente a la primera luna llena posterior al equinoccio (y cae siempre entre el 22 de marzo y el 25 de abril).
Ya las culturas mediterráneas antiguas, varios milenios antes de nuestra era, celebraban al principio de la primavera una fiesta de varios días (hasta una semana) para conmemorar el paso del invierno a la primavera.
Se piensa que el origen de la tradición de comer huevos al finalizar el invierno es una reminiscencia de la Edad de Hielo. Tras el duro invierno, y cuando apenas quedaban provisiones, con la llegada de la primavera volvían las aves desde el sur(esto solo es aplicable al hemisferio norte) y empezaban a poner huevos, de los que se alimentaban los hombres hasta que podían volver a cazar con la llegada de mejores temperaturas.
El intercambio de huevos de Pascua de chocolate es muy extendido en Polonia, Alemania, República Checa, Eslovaquia, Italia, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y en ciertas zonas de México, viene celebrándose desde hace poco más de 8 siglos.
Por estas fechas las pastelerías comienzan a decorar sus escaparates con unos coloridos huevos de chocolate.
Entre los siglos IX al XVIII, la iglesia prohibió el consumo de huevos durante la cuaresma, por considerarlo equivalente a la carne, por lo que la gente los cocía y los pintaba para diferenciarlos de los frescos y poderlos consumir el día de Pascua de Resurrección. Con el tiempo estas tradiciones fueron incorporadas a la festividad de Pascua de Resurrección y hoy en día el huevo de pascua es un símbolo universal.
En la actualidad, la tradición continúa con algunas variaciones. En Europa se mantiene la costumbre que data desde la Edad Media de adornar huevos con teñidos y pintados. Aunque parece que la práctica de huevos ornamentales era principalmente elaborada por clases altas o de recursos, se difundió a decoraciones más sencillas, como con el empleo de hojas de árbol para crear patrones sobre el cascarón. El comercio y la modernidad por su parte se ha encargado de incorporar los huevos de chocolate, y los huevos de plástico para ser llenos de dulces, y que según la leyenda son escondidos por el conejo de Pascua para que los niños los busquen, y por consiguiente,los encuentren y se los coman. En Argentina y Uruguay, se conserva la tradición de regalar huevos de Pascua decorados artesanalmente con glasé multicolor o bien en chocolate.
La figura de los padrinos está ligada a la ceremonia del bautismo de los niños, existe la costumbre de que esos niños o ahijados, regalen a sus padrinos una palma en el Domingo de Ramos, a la semana siguiente se celebra el Domingo de Pascua, y son los padrinos los que regalan a sus ahijados algo típico de estas fechas.
Dependiendo del lugar puede ser un huevo de pascua, en otros lugares puede ser una tarta culminada por figuras de chocolate.
El bollo escarchado, llamado popularmente bollo mantecado,es una postre típico de Avilés (Asturias) consistente en un bizcocho mantecado elaborado con zumo de limón, harina, huevos, azúcar y mantequilla. Tiene forma de estrella de cuatro puntas, a veces se disponen en varios pisos y se acompaña siempre de vino blanco. Suele ser un obsequio que los padrinos y las madrinas dan a sus ahijados el domingo de Pascua.Sus orígenes datan del siglo XI.
Durante el domingo y el lunes de Pascua se celebra la Fiesta del Bollo, declarada de Interés Turístico Nacional, festejando el fin del ayuno pascual e inicio de la primavera.
El domingo un amplio desfile de carrozas, de bandas de música, grupos folclóricos, así como gigantes y cabezudos, recorren al medio día las calles de la ciudad.
El lunes se celebra una comida multitudinaria al aire libre, en concreto en las calles del casco histórico, así como en algunos parques, en la que los participantes comparten la comida elaborada en las casas o encargada en los bares y restaurantes.
A lo largo de este fin de semana se suele degustar el bollo escarchado.
Sea cual sea vuestra elección, y temas religiosos a parte, que paseis unas dulcísimas fiestas, que con todas estas opciones no es para menos. Si alguien quiere apadrinarme, con estos regalos no voy a negarme...
Feliz fin de semana.
Que buena pinta tiene que estar buenisimo .Felizes pascuas y te felicito por tu blog un beso
ResponderEliminarMuchísimas gracias y felices pascuas a ti tambien
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